Durante la Montanera, época en la que los arboles tienen en su punto optimo de maduración la bellota, los cerdos ibéricos 100% de nuestra ganadería disfrutan un mínimo de dos hectáreas cada uno, para seleccionar las bellotas más grandes y dulces que comen a diario en gran cantidad.

Contamos con un programa de control de calidad y un equipo de veterinarios y técnicos agropecuarios dedicados al estudio y control de los cerdos seleccionados, velando para que las dehesas en las que se cría se mantengan en las mejores condiciones de calidad y garanticen su bienestar.

Cumplimos con estándares de calidad muy por encima de los exigidos para aseguramos la calidad y consiguiendo piezas únicas: El punto exacto de curación, el aroma intenso a hierba mojada y bellotas, los matices rojizos de la curación cuidada y prolongada, una carne de textura exquisita que se deshace en la boca y hace que las piezas Gran Selección sean de máxima pureza, siendo destinadas a la edición limitada y numerada de la añada del año.