Ahora más que nunca el famoso refrán que dice «Del cerdo, hasta los andares» está más al día gracias al auge de la cocina de aprovechamiento.
No nos cansamos de repetir y escuchar que del cerdo se pueden aprovechar todas sus partes, pero es que del jamón también: desde la grasa hasta los huesos.
En este post de José Jara® te contamos que es la cocina de aprovechamiento y cómo llevarla a cabo con el jamón de bellota 100% Ibérico José Jara®.
COCINA DE APROVECHAMIENTO ¿QUÉ ES?
La cocina de aprovechamiento se refiere a una práctica culinaria enfocada en obtener el máximo valor de todos los ingredientes, incluso aquellos que podrían no cumplir con estándares estéticos, o al reutilizar restos de platos anteriores para crear nuevas preparaciones.
Esta técnica persigue la utilización de partes normalmente descartadas de los alimentos, como cáscaras, semillas, huesos e incluso pequeños recortes, con el propósito de cocinar platos que, de otra manera, se consideraría desperdicio.
El término “cocina de aprovechamiento”, a veces llamado “trash-cooking”, tiene como objetivo principal evitar la malversación de recursos y la desaprovechamiento de ingredientes perfectamente aptos para la preparación de una amplia gama de platos, que pueden ir desde guisos hasta elaboraciones más complejas.
Pero este concepto no es nuevo: muchas de nuestras abuelas y personas cercanas siempre han sido maestras en aprovechar al máximo cada ingrediente, rechazando la idea de desechar algo. En tiempos de escasez, era esencial sacar el máximo provecho de todo.
La cocina de aprovechamiento, una práctica culinaria cada vez más relevante en nuestros días, va más allá de la mera creación de recetas ingeniosas a partir de sobras. Esta técnica, además de contribuir al respeto por el medio ambiente al reducir el desperdicio de alimentos, desencadena una nueva dimensión creativa en la cocina. El enfoque en utilizar partes habitualmente descartadas no solo promueve una alimentación más sostenible, sino que también reta la habilidad culinaria al encontrar nuevos usos para ingredientes que de otro modo podrían haber sido relegados al cubo de basura.
Solo se necesita un poco de creatividad y responsabilidad en la cocina. ¿Te unes al movimiento de la cocina de aprovechamiento?
APROVECHA LOS RESTOS DE JAMÓN PARA COCINAR
Mientras las croquetas siguen siendo una opción deliciosa y popular para aprovechar los restos de jamón, el potencial culinario de estos desechos no se limita a un solo plato. Desde tortillas y pastas hasta rellenos y empanadas, el mundo de la cocina de aprovechamiento abre un abanico de oportunidades. Incluso los huesos, a menudo olvidados, pueden transformarse en un componente esencial para la creación de caldos y guisos ricos en sabor.
Cuando nos enfrentamos a la tarea de aprovechar sobras de alimentos, lo más común que pensamos son las croquetas. ¿Hay restos de pollo? ¡Hagamos croquetas! ¿Quedó carne del cocido? ¡Croquetas! ¿Encontramos gambas en el frigorífico sin saber cómo aprovecharlas? ¡La respuesta también podría ser croquetas! De este modo, ¿cómo no aprovechar los restos del jamón para hacer croquetas?
No obstante, las croquetas no son la única alternativa cuando nos encontramos con un trozo de jamón en la nevera o unas lonchas que han quedado sin usar. A través de la técnica de aprovechamiento en la cocina, se nos abre un mundo de posibilidades para crear recetas únicas y evitar desperdiciar cualquier sobrante que tengamos.
Los recortes y taquitos nos sirven, además de para hacer croquetas, para preparar tortillas, pastas, rellenos, sopas, ensaladas, quiches o pasteles de verduras con jamón entre otras muchas cosas.
Una parte que casi todo el mundo guarda del jamón ibérico es el hueso y lo usa para hacer con él caldos y guisos. Además, al hervir los huesos durante un periodo prolongado, el caldo se concentrará y tomará una consistencia gelatinosa. Esto nos permitirá obtener una gelatina exquisita a partir de jamón ibérico, que puede ser refrigerada o incluso congelada en forma de pequeñas porciones para luego agregarlas a guisos con gran acierto.
Explorando la Grasa del Jamón: Un Toque de Distinción
La grasa del jamón, muchas veces pasada por alto, posee una profundidad de sabor y textura que puede elevar las preparaciones culinarias. Experimentar con esta grasa puede sorprender incluso a los paladares más refinados. Freír huevos o patatas en la grasa de jamón puede infundir a estos platos cotidianos una dimensión completamente nueva, elevando la experiencia culinaria.
¿Alguna vez han experimentado con la grasa al cocinar, como por ejemplo para freír huevos o patatas? El resultado es asombroso en términos de sabor.
Si agregamos un pedazo de grasa directamente durante la cocción de guisos que involucren carne o verduras, lograremos ese toque distintivo impregnado con el aroma y el potente sabor del jamón ibérico que tanto disfrutamos.
Aceite de Jamón
¿Y hacer un aceite de jamón ibérico? Basta con derretir la grasa junto con un poco de aceite de oliva virgen extra agua a fuego lento. Además, el aceite de jamón se presenta como un recurso valioso en la cocina.
La cocina de aprovechamiento con jamón ibérico es una forma inteligente y creativa de honrar la herencia culinaria, reducir el desperdicio de alimentos y descubrir nuevas dimensiones de sabor y textura en la cocina cotidiana. Al explorar diversas técnicas y recetas, podemos no solo deleitar nuestro paladar, sino también contribuir a un mundo culinario más sostenible y apasionante.