El jamón ibérico es una joya de la gastronomía española, y su presentación en la mesa debe estar a la altura de su calidad. Elegir la tabla adecuada no solo realza su sabor y textura, sino que también enriquece la experiencia visual y sensorial de los comensales. A continuación, te ofrecemos una guía práctica para seleccionar la tabla perfecta que hará brillar tu jamón ibérico.
Materiales recomendados: más que una cuestión de estilo
Cuando se trata de presentar jamón ibérico, la elección del material de la tabla no es solo una cuestión de estética: afecta directamente a la experiencia del comensal, al mantenimiento del producto y, por supuesto, a la atmósfera que deseamos crear alrededor de la mesa.
Madera: tradición, calidez y autenticidad
Las tablas de madera son sin duda las grandes protagonistas en las casas y eventos donde se aprecia la gastronomía tradicional. Modelos fabricados con madera de olivo, roble o nogal no solo ofrecen durabilidad, sino también una belleza natural que se funde perfectamente con la textura veteada y el brillo sedoso del jamón ibérico. El olivo, por ejemplo, tiene una dureza media y un veteado muy marcado, lo que aporta un toque artesanal y cálido. Además, cada pieza de madera es única, lo que convierte a la tabla en una extensión del propio producto: natural, auténtico y lleno de carácter.
Estas tablas son especialmente recomendables para presentaciones rústicas o familiares. Además, al ser una superficie porosa, ayudan a absorber de forma sutil los aceites del jamón, evitando acumulaciones, pero exigen una limpieza rigurosa tras cada uso. Para su mantenimiento, se recomienda aplicar periódicamente una ligera capa de aceite mineral.
Pizarra: elegancia contemporánea
La pizarra se ha convertido en la opción preferida de quienes buscan una estética minimalista y moderna. Su tono oscuro genera un contraste visual espectacular con el color rojizo y brillante del jamón ibérico, haciendo que cada loncha parezca una obra de arte. Esta presentación no solo es llamativa, sino que realza visualmente los matices cromáticos del jamón, desde los bordes nacarados hasta el marmoleo interior.
Además de su atractivo visual, la pizarra mantiene una temperatura fresca durante más tiempo, lo cual resulta beneficioso en climas cálidos o en presentaciones al aire libre.

Cerámica o porcelana: la elección de la sobriedad
Las tablas de cerámica o porcelana destacan por su acabado pulido y elegante, lo que las convierte en aliadas ideales para eventos formales o cenas especiales. Su superficie blanca o de tonos suaves permite que el jamón sea el verdadero protagonista. La textura lisa facilita la limpieza y no absorbe olores ni grasas, lo que garantiza una higiene excelente.
Vidrio templado: opción moderna pero menos emocional
El vidrio templado es una solución higiénica y sofisticada que aporta un aire moderno a la presentación. Su superficie no porosa es resistente al contacto con alimentos grasos como el jamón, y su transparencia puede generar una presentación flotante y limpia si se coloca sobre una base de madera o piedra.

Tamaños y formas ideales: pensar en función de la ocasión
A la hora de elegir una tabla para presentar jamón ibérico, no solo importa el material, sino también el tamaño y la forma. Estos elementos influyen en cómo se distribuyen las lonchas, cómo se percibe visualmente la presentación y cuántos comensales podrán disfrutar cómodamente del producto.
Tamaños recomendados según el uso
- Tablas pequeñas (25-35 cm)
Son ideales para presentaciones individuales o para degustaciones personales. También funcionan muy bien como soporte para una tapa gourmet con un pequeño maridaje (como vino o queso curado). Estas tablas permiten que la ración sea contenida, con una presentación cuidada y bien organizada. Son perfectas para cenas de dos personas o como parte de un menú por pasos. - Tablas medianas (35-50 cm)
Son las más versátiles. Permiten una presentación atractiva de entre 100 y 150 gramos de jamón ibérico cortado, suficiente para 4 a 6 personas como aperitivo. Este tamaño permite jugar con diseños como el abanico, la espiral o capas onduladas de lonchas, sin sobrecargar la superficie. - Tablas grandes (más de 50 cm)
Están pensadas para celebraciones, reuniones familiares o eventos donde el jamón se presenta como centro de atención. Con estas dimensiones es posible crear composiciones visuales muy elaboradas, incorporar otros productos ibéricos o incluso dividir la tabla por zonas (jamón, lomito, queso). Estas tablas aportan un carácter generoso y festivo a la presentación, transmitiendo abundancia.
Formas que potencian la presentación
- Rectangulares y alargadas
Son las más funcionales. Permiten una colocación ordenada de las lonchas en fila, en capas o por secciones. Muy recomendadas si se quiere combinar jamón ibérico con otros elementos del surtido. - Redondas o elípticas
Ideales para crear presentaciones en espiral, en forma de flor o en abanico. Estas formas invitan a la interacción en torno a la tabla, perfecta para colocar en el centro de la mesa. - Irregulares o artesanales
Tablas con bordes naturales, asimétricos o de corte rústico aportan un toque distintivo, muy en línea con la estética de lo auténtico y lo artesanal. Son especialmente valoradas en ambientes informales o cuando se quiere comunicar cercanía y naturalidad, algo muy afín al estilo José Jara.
Consejos para una presentación impecable
El momento de servir el jamón ibérico es más que un acto gastronómico: es una declaración de estilo y un gesto de hospitalidad. Aquí te dejamos recomendaciones para que la presentación esté a la altura del producto:
1. La temperatura lo cambia todo
El jamón ibérico debe servirse a temperatura ambiente, idealmente entre 20 y 22 ºC. Si tenemos los sobres de jamón al vacío en la nevera, lo mejor es sacarlo del frigorífico, calentar el sobre en agua caliente, abrir el sobre y esperar al menos 15 minutos para que respire el producto y permitiendo que la grasa se atempere, se vuelva más brillante y que el sabor se libere con toda su intensidad, pudiendo separarse las lonchas de forma sencilla por este proceso. Una loncha recién sacada del frío pierde parte de su untuosidad característica y puede incluso presentar una textura quebradiza.
2. Disposición: el arte de las formas
- En abanico o espiral:
Ideal para tablas redondas. Coloca las lonchas levemente superpuestas, siguiendo una forma circular desde el centro hacia afuera. Es visualmente muy atractivo y práctico para que cada persona tome una pieza sin desmontar la presentación. - En capas rectas:
En tablas rectangulares, alinear las lonchas por tamaños, desde las más anchas hasta las más finas, ayuda a reflejar el corte profesional y permite elegir según preferencia (más grasa, más magro, etc.). - En flor o roseta:
Para ocasiones especiales, se puede construir una figura central más decorativa con las lonchas enrolladas o plegadas, rodeada luego por capas abiertas. Muy visual para eventos o celebraciones.
3. Acompañamientos que realzan el sabor
Aunque el jamón ibérico brilla por sí solo, ciertos elementos pueden enriquecer la tabla sin restarle protagonismo:
- Panes y picos artesanos:
El crujiente de un buen pan de masa madre o picos andaluces realza la textura del jamón y aporta un contrapunto neutro. - Quesos curados:
En pequeñas porciones, un queso curado de oveja como el que ofrecemos en José Jara puede complementar perfectamente la intensidad del jamón. - Frutas frescas o secas:
Higos, uvas, manzana, pera o incluso frutas deshidratadas crean un contraste dulce y refrescante, ideal en verano o como parte de una tabla gourmet. - Aceite de oliva virgen extra:
Un pequeño cuenco con AOVE de calidad, a modo de degustación, puede acompañar a los trozos de pan y elevar la experiencia. - Maridajes recomendados:
Puedes acompañar la tabla con una copa de vino tinto joven, un fino de Jerez o incluso una cerveza artesanal suave.
Diseño y detalles adicionales
Algunos aspectos de diseño pueden mejorar la funcionalidad y la estética de la tabla:
Canaletas perimetrales: Ayudan a recoger el aceite que puede desprender el jamón, evitando que manche la mesa.
Asas o agarraderas: Facilitan el transporte de la tabla, especialmente si es grande o pesada.
Superficie antideslizante: Garantiza que la tabla se mantenga estable durante el corte y la presentación.
Consejos de presentación
Temperatura: Saca el jamón del frigorífico, calentar el sobre en agua caliente y abrir el blíster, aireándolos al menos 15 minutos antes de servirlo para que alcance la temperatura ambiente y se aprecien mejor sus sabores y aromas.
Disposición: Coloca las lonchas de jamón de forma ordenada y ligeramente superpuestas, siguiendo una disposición circular o en abanico para una presentación más atractiva.
Acompañamientos: Puedes añadir elementos como pan tostado, picos, queso curado o frutas secas para complementar el jamón y enriquecer la tabla.
En José Jara, entendemos la importancia de cada detalle en la experiencia gastronómica. Por ello, además de ofrecer jamones ibéricos de la más alta calidad, te animamos a cuidar su presentación para que cada degustación sea un momento inolvidable.
Para más consejos sobre cómo cortar y presentar el jamón ibérico, te invitamos a leer nuestro artículo “El arte de cortar jamón ibérico: trucos para aprovechar cada loncha”.