¿Eres de los que cuándo come jamón ibérico prefiere quitarle la grasa? Si la respuesta es afirmativa, lamentamos decirte que estás cometiendo un gran error si lo que quieres es disfrutar del mejor sabor y del aporte nutricional completo de este producto de calidad.
En José Jara® queremos explicarte los diferentes tipos de grasa que puedes encontrar en el jamón ibérico y por qué no recomendamos quitar esa parte blanca de cada loncha que comes.
Tipos de grasa que tiene el Jamón de Bellota 100% Ibérico
Lo primero, es diferenciar aquella grasa comestible de aquella que es mejor evitar.
La grasa comestible es aquella color blanquecina o rosácea que envuelve la carne del jamón. La textura de esta grasa es agradable en boca y el sabor es intenso e inigualable que aporta jugosidad. Por lo tanto, cuando vayas a comer una loncha de jamón ibérico con este tipo de grasa, debes saber que se trata de un producto de calidad.
Puedes hacer la prueba tocando con el dedo este tipo de grasa en un Jamón de Bellota 100% Ibérico José Jara® y notarás como se hunde ligeramente debido a la gran suavidad. Esto es gracias a la alimentación que ha recibido el cerdo ibérico en La Dehesa a base de bellotas de la mejor calidad y pastos naturales. También es debido a la vida en libertad que la grasa se infiltra entre la carne con unas vetas blancas que rozan la perfección.
Esa grasa infiltrada se conoce también como grasa intramuscular y, no solo es importante para mejorar el sabor del jamón, sino también para otorgarle el color rojizo característico de los Jamones de Bellota 100% Ibéricos. Cuanto más brillo tiene esta grasa y la parte magra, mayor es la calidad de dicho producto y más duradero es el sabor en boca.
Por otro lado, el Jamón Ibérico cuenta con una grasa que no debe comerse. Es aquella de color amarillento y que se encuentra en el exterior del jamón conocida como grasa de cobertura. Esta es la única grasa que si debes retirar.
Propiedades de la grasa del Jamón de Bellota 100% Ibérico
En el post El jamón: imprescindible en una dieta saludable ya te hablamos de las propiedades nutritivas del Jamón Ibérico. Ahora es el turno de los beneficios que aporta la grasa del jamón ibérico.
La grasa que anteriormente te hemos dicho que si se come, contiene ácido oleico, entre un 55% y un 66%. Aproximadamente, es la misma cantidad que tienen el aceite de oliva virgen extra y, al igual que este, reduce las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares ya que ayuda a reducir el colesterol malo en sangre al mismo tiempo que aumenta el bueno. Esto es gracias principalmente a las bellotas, que como hemos comentado, es la fuente de alimento básica de los cerdos ibéricos.
Además, esas vetas blancas contienen grasas monoinsaturadas, tocoferoles que le aportan a nuestro cuerpo vitamina E, son antioxidantes liposolubles y nos ayudan a regular el metabolismo. La grasa también nos aporta aminoácidos, minerales como fósforo, calcio, potasio, hierro, proteínas, sodio y vitaminas de grupo B (B1, B6 y B12). Todos ellos, beneficiosos para el buen funcionamiento del cerebro.
Por último, debes saber que el jamón ibérico es una fuente de proteínas inmejorable. Con 100 gramos de este alimento se obtienen un tercio de las recomendadas a diario,a demás del 30% del fosfato que nuestro cuerpo necesita.
La grasa en el Jamón de Bellota Ibérico 50% Raza Ibérica
Un Jamón de bellota 100% Ibérico siempre tendrá más grasa infiltrada que un Jamón de bellota ibérico 50% Raza ibérica José Jara®, tanto por raza como por la alimentación recibida. No obstante, la calidad de la grasa de un jamón procedente de un cerdo 50% raza ibérica cuenta con los mismos beneficios que la grasa de un Jamón de Bellota 100% Ibérico. ¿Por qué? Porque la alimentación juega un papel muy importante, y estos cerdos se han alimentado a partir de bellotas y pastos naturales en La Dehesa.
La grasa en el Jamón Cebo de Campo 50% Raza ibérica
Finalmente, está el Jamón de Cebo de Campo ibérico 50% Raza ibérica José Jara® proveniente de cerdos alimentados a base de cereales naturales, pastos, raíces y hierbas aromáticas. Gracias a la cuidada alimentación que reciben estos animales, la grasa del producto final sigue siendo beneficiosa para la salud a diferencia de los jamones de cebo (etiqueta blanca). La cantidad de grasa infiltrada en cada loncha será menor que la que tienen un Jamón 100% Ibérico, y la diferencia está en el sabor y la jugosidad. Como hemos dicho ya en este post, un jamón ibérico cuanta más grasa infiltrada de color blanquecino y brillante tenga, más delicioso será.